miércoles, 6 de junio de 2012

¿Cuál es el problema?

Los tiempos vuelven a estar crispados, dicen que por CFK,  mucho menos que en 2008, pero algunos añoran regresar a esos días. No saben o no saber que volveran a fracasar.
Y en todo caso fracasaremos todos si tienen éxito.
La vocación desestabilizante de todos esos que, a sabiendas o por seguidismo, han decidido que el gobierno actúa de modo autoritario, que coarta la libertad individual que se inmiscuye en asuntos que no le atañen, o que por alguna razón se oponen a el, está directamente relacionada con diferentes causas, a saber: 1) la mala intención, 2) la ignorancia, 3) la anomia social, leída ésta última como la escasa o nula vocación de obedecer la ley de modo mas o menos voluntario por su sola existencia y 4) la inveterada costumbre de las clases medias argentina de boicotear cualquier gobierno de corte popular.
Aquellos que actúan por mala intención, quedan incluidos en esto los especuladores, los vivillos, y los poderosos que siempre apuestan a su posición dominante. Esto es algo mas del 1% de la sociedad, todos sin excepción y su accionar se explica por si solo.
Entre los ignorantes no incluyo a aquellos que diciendo "no entiendo nada de política" siempre toman partido por los sectores mas favorecidos de la sociedad, sector al que por otra parte pertenencen.
En los anómicos, pueden quedar incluidos en los "vivillos", los que hacen pases de mano, timbeando la quincena de sus empleados, los que se ven forzados a entrar en la "legalidad" cambiándoles su modo de operar en una marginalidad que no es pobreza sino negritud, la de sus ingresos y sus actividades.
De los cuatro grupos el mas preocupante es el cuarto.
Son aquellos a los que no hay modo de darle satisfacción a sus deseos, no importa la acción que desarrolle el gobierno.
Si genera demanda a traves de subsidios a la niñez, fomenta la vagancia.
Si subsidia el transporte, tira la plata, si no lo subsidia es un tarifazo.
Si aumenta la demanda, los trabajadores piden aumentos desmedidos, si se frena la actividad por alguna causa interna o externa, el gobierno no hace nada.
La reacción a cada una de estas situaciones es no reinvertir ganancias, dolarizar ahorros, y echarle la culpa al gobierno, no importa lo que éste haya hecho.
Este grupo descreyó de la convertibilidad, muchos perdieros su trabajo, pero defendieron con agresividad sus depósitos en los bancos como si hubieran sido dólares fruto del comercio exterior y no del endeudamiento externo público y privado generalizado.
Se sintieron agredidos por el corralito de Cavallo y y el Corralon de Duhalde. Llenaron las plazas de cacerolas y se sentían hermanados en la protesta a los piqueteros, pero frente a la AUH y la Sra. Milagro Sala reaccionaron nuevamente.
Nunca revisan la consecuencia social de su accionar individual. Ellos solo tiene derechos, derecho al dolar, derecho al perfue importado, derecho a viajar, derecho a su vivienda, al agua corriente, a la luz eléctrica, al gas de red domicilaria, todo libremente y baratiro, subsidiado.
Obligaciones y solidaridades, ese es un problema del Gobierno y del Estado. No los afecta.
Ellos se boicotean, los primeros especulan, todos pagamos.
Así se conjuga este verbo.
Ese es el problema.