Ayer vi uno de los espectáculos mas maravillosos que una tarde de domingo puede ofrecer.
Un partido de fútbol.
La cancha de River llena de sol y de gente. Mucho público visitante que le dá un marco diferente al espectáculo.
Un partido que rápido completa los presagios previos.
River Plate juega mal, sus veteranos mágicos intentan pero no pueden, sus jóvenes no alcanzan a entender el juego.
Entre errores y vitudes de uno y otro equipo van armando un mal partido lleno de goles.
Habíamos visto ya 5.
River perdía.
Apareció el denigrado, el criticado por la prensa, el desalojado de su casa por un patético director técnico.
Apareció "El Burrito".
Con 2 movimientos de jugador de fútbol, no fueron 2 genialidades.
Fueron apenas movimientos normales de quien está comprometido con la esencia del juego, asociarse, mostrarse a los compañeros, pedir la pelota siempre.
A ver, el tipo juega, y juega bien. Y cuando juega mal, tambien juega. Juega siempre.
Por eso, a todos los sufrientes trabajadores del fútbol, miren y aprendan de Ariel Ortega.-
