jueves, 3 de enero de 2013

La historia del Subterráneo y las mentiras de Marcri


Con base en artículos periodísticos (http://www.lanacion.com.ar/825709), recordé que las Líneas de Subterráneo están planificadas por ley desde hace muchos años (12 años para ser precisos). 
En 2006 se publicitó la construcción de la líneas F, G H e I, sobre todo la que uniría Belgrano - Constitución.
Obviamente que alguna información al respecto se puede encontrar en la página del GCABA 
(http://www.buenosaires.gob.ar/areas/planeamiento_obras/subtes/linea_h.php?menu_id=21109), claro que sin referencia a los años transcurridos.
Es razonable pensar que desde la decisión política de extender la red de Subterráneos en 2001, han pasado muchas cosas, tal la caída del Gobierno de De la Rua, la super crisis de 2002/2003, la crisis desatada en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la tragedia de Cromañon en 2004 y resuelta en 2006 con la destitución del Jefe de Gobierno Anibal Ibarra.
El artículo que ilustra este comentario es de 2006.
El actual Jefe de Gobierno ganó en libres elecciones en 2007 y renovó en 2011. 
En su discurso de campaña se preguntaba si eramos estúpidos que no podíamos hacer unos pocos Km de subterráneo y prometió 10km x año. A ese ritmo debiera haber finalizado la red de Subterraneos planificada en 2001.
A cambio de ello no inauguró la totalidad de las estaciones finalizadas desde 2007/08. Sólo existe un avance menos que moderado en la Línea H, y del resto ni hablamos.
Estacionamientos periféricos ha construido uno sólo, y no es periférico, Las Heras y Pueyrredon.
La propuesta del PRO en 6 años de gobierno, en los que el parque automotor se multiplicado por 2 merced al crecimiento económico derivado del viento de cola y la política del Gobierno Nacional, ha sido "construir" una red de bicisendas y algunos contracarriles en avenidas, para que quepan menos automóviles en las calles.
Vamos a seguir aceptando que este sujeto y sus secuaces sigan alegremente diciendo que la culpa es de otro, cualquiera sea ese otro?
Me parece que es tiempo de entender que la Ciudad necesita y debe asumir la condición de liderazgo que le corresponde y que la ha caracterizado a lo largo de su historia.